Después de que el Presidente Ronald Reagan rechazara un pacto para disminuir las pruebas nucleares, en conjunto con la Unión Soviética, el movimiento antinuclear en Estados Unidos recrudeció. El 6 de febrero de 1987, junto con una enorme cantidad de manifestantes, Sagan protestó junto con otras 2.000 personas contra las pruebas nucleares en el desierto de Nevada. Frente al sitio de pruebas nucleares, Carl Sagan se transformó en héroe de acción, y trató de saltar la cerca… dos veces. Acabó entre las 438 personas arrestadas en la ocasión, junto a los actores Martin Sheen, Kris Kristofferson y Robert Blake. Media década después de la muerte de Carl Sagan, su viuda Ann Druyan dijo que Sagan rechazó tres invitaciones para cenar con Reagan en la Casa Blanca y sostuvo una gran campaña contra las armas de destrucción masiva; para él eran una perversión de la ciencia.
Para calificar a un pensamiento como coherente, éste debe cumplir con las siguientes condiciones parciales:
1. La no-contradicción de los principios (juicios primeros inmediatamente evidentes) entre sí.1
2. La no-contradicción y la secuencia lógica de las conclusiones con respecto a sus principios.
3. La no-contradicción entre las distintas conclusiones de un mismo principio y de las distintas conclusiones de diversos principios entre sí.
4. La no-contradicción entre las implicaciones de las conclusiones.
5. La no-contradicción entre los juicios del entendimiento especulativo y los del entendimiento práctico.
Para ello es indispensable:
a) La constancia de los juicios originantes (juicios-nervadura).
b) La revisión continua de los juicios originados y de las implicaciones.
En síntesis, un pensamiento es coherente si sus juicios —ya originantes, ya originados— y las implicaciones de esos juicios relacionados entre sí, no se oponen en la tabla de la verdad.
En tanto que la persona humana difiere del animal en que aquella actúa en función de su inteligencia —de una inteligencia que la guía desde dentro— la coherencia en la persona humana consiste en actuar conforme a lo que se juzga y juzgar conforme a lo que se es —persona humana, sujeta a someter su juicio a la naturaleza de las cosas.